Acerca de

Juan P. García

(resumida y contada por él mismo)

Nacido en Pereira, Colombia, un septiembre 10 de 1.986, en el seno de una familia de tres, con él cuatro.

Vivió toda su vida temprana en Dosquebradas, una ciudad aledaña a Pereira. Desde pequeño jugueteaba con la tecnología, y su curiosidad desbordaba con cada artefacto que investigaba.

Gracias a la televisión nacional, su fascinación por Japón subió a niveles enfermizos. Las secuelas de esto serían devastadoras para su vida y su imaginación.

En 1.997 su familia adquirió su primer computador y su vida cambió. Dejó de desear ser astronauta para pasar a pensar en unos y ceros.

Descubrió que podía aprender con facilidad de tecnología y dió sus primeros pasos en la programación de software. Decidió en ese momento en su plan de vida.

Estudió Ciencias de la Computación en su ciudad natal, aunque con muchas dificultades, especialmente debido a los amores (y desamores). Demoró siete años para completar una carrera de cinco.

Desde ese entonces ya sentía las ganas de escribir. Inició escribiendo pequeños fanfics de sus series de animación japonesa favoritas. Ahora los recuerda como pequeños connatos de lo que podría ser ahora, pero la verdad los quisiera poner bajo cien toneladas de tierra.

Se graduó y conoció Costa Rica. Esto sería un punto de giro para él, pues descubrió cuánto amaba a su familia y lo forjó mentalmente para lo que estaba por venir.

Comenzó a ejercer su carrera en una empresa en su ciudad natal. Gracias a ello pudo dar su primer viaje a Japón (y ganar experiencia laboral). Él no pudo haber sido más feliz en su vida por ese viaje.

Durante este periodo, otros connatos de obras literarias se formaron. Unas con intención de hacer proyectos multimediales, juegos o cómics. Desafortunadamente, muchos de ellos no pasaron de la planificación, y aquellos que lo lograron, no fueron jamás terminados (aunque tiene uno entre ceja y ceja, que posiblemente sea producido).

Volvió a viajar a Japón, cimentando su amor por este país y su cultura. Contó con la fortuna de encontrarse unas almas muy similares con las que compartió casí la totalidad de dicho viaje. Subió la cima del monte Inari en Kyoto 5 veces, descubriendo que hay un algo, una espiritualidad en la naturaleza y especialmente en dicho lugar. Lo ha marcado como su lugar favorito en la Tierra.

Buscó fortuna en otros lugares, y logró un lucrativo trabajo en la ciudad de Medellín, donde reside y labora como ingeniero de desarrollo de software actualmente.

Fue allí donde sintió un fuego muy fuerte en su corazón. Jadeaba constantemente, le costaba dormir y decidió en marzo de 2.020 que tenía que contar una historia, un relato cuya base principal fue un sueño muy vívido que tuvo y en el cual participó uno de los más grandes enamoramientos platónicos que ha tenido. De este fuego es que surje, Eve y Ashley: Frecuencia Inicial, una obra aún en producción.

Unos días antes de su cumpleaños del año 2.020, pierde la cabeza por completo y decide que quiere escribir una corta historia cada semana, comenzando el día de su natalicio.

¿Qué le depara a este aspirante a escritor? Solo él sabrá escribir su propia historia.